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Es un mundo muy, muy grande. Donde las grandes promesas se quedan pequeñas. Si estas se quedan pequeñas, ¿Imagináis las personas y sus sentimientos? Nadie se preocupa de ellos. Todos vivimos por y para nosotros, nunca nos paramos a pensar por lo que estará pasando la persona que se sienta a nuestro lado en el metro. Ni lo que le habrá ocurrido a ese empresario con su dura expresión. Por eso puedo afirmar que la gente no se preocupa de los otros. Con eso llamado amor se dice que se piensa por dos y para dos. Pero de eso no puedo hablar por que nunca lo he sentido. Si no sabes calla. Envidio tanto a la gente que esta enamorada o que ha sentido el amor. Igual que admiro a esa gente que piensa por dos y para dos. A esa gente que tiene ilusiones, a esa gente que tiene razones para seguir adelante.
Yo hace tiempo que perdí la razón de mi existencia, por lo que luchar, la razón para levantarme cada mañana. He caído en una intensa rutina, como si de una pesadilla se tratase. Y el mayor miedo que me causa es no saber cuando mi monotonía va a cambiar.
Me siento vacía, ahogandome en mi día a día. Sin ganas de nada. Y eso es mucho peor que sentir dolor, no sentir nada. Siento que la gente piensa de mi cosas, pero no saben ni la mitad, que me miran y me juzgan y no todo es verdad, que no piensan en mi ni se preocupan cuando me ven mal, pero me duele ver como cuando los demás están mal si que tienen alguien hay que les arrima su hombro en el que llorar. He perdido la esperanza, he perdido el apetito, he perdido las ganas de luchar... Lo he perdido todo.
Solo quiero encontrar algo que nunca he conseguido. Necesito algo que me haga sentirme viva de nuevo.

Sino mi vida nunca recuperara el sentido y viviré vagando por calles oscuras de soledad y amargura...